La esperanza es una palabra trillada que, de tanto usarla, parece en ocasiones haber perdido su valor. Sin embargo, nuestra vida puede volverse gris sin ella. Dice la definición catedrática: “La esperanza es el sentimiento positivo que surge cuando las cosas van mal, es tener un presentimiento o fe de que las cosas mejoraran o irán mejor, de que todo saldrá bien”.
Para mí, la esperanza es el motor que me ayuda a darle forma y acción a mis suelos, es la que me hace creer que todo es posible si realmente lo deseamos de corazón. Quisiera compartir una definición muy detallada de esta palabra tan significativa, es de un autor anónimo. Dice así:
La esperanza no es fingir que no existen los problemas, es realmente la forma más exacta de encontrar las soluciones que nos brinda la vida cotidiana. Es la confianza de saber que aquellos no son eternos, que las heridas curarán y las dificultades serán superadas. Es tener fe, es una fuente de fortaleza y renovación absoluta de nuestro interior, que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.
Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no conseguís el trabajo que deseas, cuando no recibís la invitación que esperabas… el mensaje no es que no te lo mereces…, el mensaje no es que no sos importante…, el mensaje es: “Ya llegará lo que es bueno para vos”. Por eso, cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas o esperas, no lo veas como un rechazo o como mala suerte.
La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes. Algunos buscamos amor, paz, armonía, comprensión, ternura. Otros sobrevivimos día a día, semana a semana, mes a mes y de año a año. Pero no hay momento más pleno que aquel en el cual descubrimos con ilusión que la vida, con sus constantes alegrías y sus penas, debe ser vivida a diario con intensidad.
Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riquezas, o en una choza humilde, o luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder absoluto de estar totalmente satisfechos y de transitar una vida con verdadero significado.
Día a día, semana a semana, mes a mes, año a año, tenemos ese poder absoluto para gozar cada momento que nos ofrece la existencia y disfrutar de cada sueño. Porque en cada flamante jornada, podemos empezar de nuevo y realizar nuestros mas anhelados sueños.
Vivir con esperanzas es pasar del gris al verde, es avanzar por el camino de los sueños, porque sin esperanza no hay sueños que se hagan realidad.